Hace un tiempo ya que se habla de nuevas miradas a la hora de afrontar la crianza de nuestros pequeños. El método Montessori es una de estas miradas, que, si bien no es nueva, ya que data del inicio de 1900, comenzó a tomar mayor difusión y notoriedad en la actualidad.
Tal vez por desinformación, o por una lógica de consumo, se asocia el método con un montón de mobiliario –muy hermoso y estético- que puede adquirirse en tiendas de vanguardia. Sin embargo, esto es un error; ya que Montessori es una filosofía de vida que fomenta un núcleo de valores de estima, autonomía, respeto y libertad, es un cambio que comienza en la forma de mirar a nuestros pequeños.

Entonces, no hace falta tanta inversión para cultivar estos valores en casa; sólo –y no es poco- proponernos este cambio de perspectiva.
Y para que puedas comenzar, te dejamos aquí algunos disparadores de este método, que luego, por supuesto, podés ampliar con info pertinente o consultando a profesionales especializados.
Aquí van!
- 1 Detenete! Observa a tu niño o niña. Sin juzgar, simplemente conocelo. Como mapadres debemos formar un entorno adecuado, donde las infancias se sientan queridas.
- 2 Hablale como te gustaría que te hablaran a vos.
- 3 Dale respuesta a su curiosidad. Los peques suelen preguntar todo aquello que no comprenden y los adultos por falta de tiempo y de paciencia, acabamos respondiendo mal y no contestando a sus preguntas.
- 4 Razona con tus hijos y explicales todo aquello que no saben o no entienden.
- 5 Deja que el niño comience a tener libertad, esto no es sinónimo de hacer lo que quiera, ya que siempre habrá reglas explícitas.
- 6 Fomenta su autonomía, evitando ayudarle cuando es innecesario.
- 7 Respeta al niño/a, es una persona al igual que vos.
- 8 Sigue el ritmo del niño siempre, no pretendas adelantar experiencias porque es lo que a vos te gustaría, sigue el desarrollo evolutivo y los intereses de tu hijo.
- 9 Enseñale con tu ejemplo, nosotros somos el espejo donde se miran las infancias. No podemos pedirle nada que no hagamos nosotros.
- 10 Implica al niño en la vida familiar.
- 11 Atendé sus necesidades.
- 12 Evita el “no”, es preferible decir las frases en afirmativo y razonar juntos. Explicales las consecuencias de sus acciones.
- 13 Educalos sin premios ni castigos. Puede ser que funcione al momento de la acción del niño, pero en el fondo lo único que hacemos es enseñar a los niños a tener miedo o a hacer las cosas por algo a cambio.
Es un gran desafío como familia!
