¡Los mejores juguetes para los peques! (Según su edad)

Cuando hay niños o niñas en la familia, un tema recurrente entre los grandes es ¿Qué puedo comprarle?

Cuando hay niños o niñas en la familia, un tema recurrente entre los grandes es ¿Qué puedo comprarle?

Y es que todos tenemos la inquietud de que el nuestro sea “un buen regalo…” Y en un mundo tan atiborrado de objetos de consumo, terminamos mareados, confundidos… y muchas veces, comprando “malos regalos que parecen buenos”.

Lo más importante es tener la certeza de que el mejor juguete es aquel que acompaña a los pequeños a auto percibirse, apropiarse de su cuerpo y luego, salir a conquistar el mundo que le rodea. Sin olvidar que siempre, siempre, la presencia plena de sus cuidadores es el mayor estímulo que podemos darles.

1 a 3 meses

Un bebé recién nacido no necesita juguetes aún, sólo apego, mimos y canciones.

Sin embargo, es un buen momento para regalarle el piso de goma eva y empezar a armar su espacio de juego. A partir del mes, podemos hacer aparecer objetos que despierten sus sentidos: algún móvil musical. A los dos meses, los cuneros para empezar a tocar son ideales. Y a los tres meses, las mantitas de actividades. 

Una excelente opción son los sonajeros, de diferentes materiales y texturas para que el bebé pueda agarrarlos y llevarlos a la boca.

4 a 6 meses

Cuando el niño, o niña, empieza a rolar hacia los lados, son buenos los llaveros, aros y pelotas.

Y para estar pancita abajo: libros de tela, sonajeros.

Cuando comienza a mantenerse sentado, es la hora de tableros o mesas didácticas y más libros blandos, con detalles que estimulen sus sentidos.

En esta etapa, ¡les atrae mucho mirarse en espejos!

Objetos para jugar durante en baño e instrumentos musicales son opciones divertidas que acompañan a descubrir “acción-consecuencia”.

Lo más importante es tener la certeza de que el mejor juguete es aquel que acompaña a los pequeños a auto percibirse, apropiarse de su cuerpo y luego, salir a conquistar el mundo que le rodea.

7 a 9 meses

Los objetos que ruedan irán invitándolo a desplegar el movimiento: pelotas, rollos, aros.

Los juegos de aparecer y desaparecer ayudan a atravesar la angustia de separación que los pequeños suelen cursar en esta etapa de su desarrollo.

Hacia el final de este trimestre, comienzan a ensayar la pinza con sus deditos, por lo que la presencia de cordones, cintas, cierres y botones en muñecos son muy atractivos (¡¡¡Siempre chequeemos que estén bien sujetos al juguete porque sino podrían ir a parar a la boca!!!).

A esta edad, los muñecos comienzan a ser buenos compañeros para dormir.

10 a 12 meses

Cuando el niño, o niña, ya gatea y busca pararse, las mesas didácticas son un buen estímulo.

Los cubos para poner y sacar, los aros que se apilan y los encastres son muy oportunos.

Si el peque ya está dando sus primeros pasos, los caminadores son divertidos compañeros. (¡Ojo! Hablamos de caminadores. Nunca de andadores, que están desaconsejados por la SAP).

12 a 18 meses

A esta altura, nuestro pequeñín es puro movimiento. Además del caminador, el pata pata ya se presenta como una buena opción para el desplazamiento. También el tren con cordel de arrastre.

Los libros siempre son excelentes alternativas para descubrir y aprender. Más instrumentos musicales para tocar y bailar. ¡Los bloques y apilables para armar!

El carrito del super, la cocina; una cuna con bebote, la casita o carpita… estimulan la imitación y el juego simbólico.

18 a 36 meses

Los balancines y las tablas curvas les permiten entrenar el equilibrio. También es momento del triciclo.

Una mesa pequeña donde sentarse a pintar, jugar con masa, armar rompecabezas… es perfecta para su edad.

También, los juguetes de oficio y los medios de transporte, propician el juego simbólico.

Más de 36 meses

Los rompecabezas más complejos, juegos de mesa, de ensamble y memotest para los momentos más tranquilos.

La bici, el monopatín, la soga para saltar acompañan la destreza motora. 

Juegos de magia, disfraces, pistas de autos, pizarras, burbujeros, mostacillas para crear collares… 

Aquí el niño, o niña, ya empezará a manifestar claramente sus preferencias a la hora del juego.

Lo más importante, como decíamos al principio, es la presencia plena de los cuidadores en el juego… porque somos nosotros quienes les compartimos el mundo a nuestros pequeños.

Fuente: Clarisa Noales, Baby Tips

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